La intervención psicopedagógica clínica es muy diferente a la reeducación, ya que esta última tiende a corregir o enmendar. Por el contrario, nosotros proponemos una escucha diferente dirigida a la significación que para el niño y su familia tienen el aprender y la operación que conforma el síntoma de aprendizaje (así cuando el “no sé” aparece como principal respuesta podemos preguntarnos que es lo que no está permitido saber).
Percibimos que en la constitución del problema de aprendizaje como síntoma, interviene alguna situación familiar de secreto, (ya sea por estar el niño excluido de algún conocimiento importante para su historia u obligado a callarlo).
Nuestra intervención tiende a la resignificación de la modalidad de aprendizaje.
Nuestra escucha no se sitúa sólo en los contenidos no aprendidos, ni sólo en las operaciones cognitivas no logradas, ni sólo en las significaciones inconscientes, ni en los determinismos orgánicos, sino precisamente en las articulaciones entre esas diferentes instancias.
En la construcción de esta postura psicopedagógica en Latinoamérica una pionera en nuestro campo fue Sara Paín, quien percibió que el problema de aprendizaje ofrece un terreno privilegiado para estudiar las relaciones entre la dimensión cognitiva, objetivante, dramática. Explicó y fundamentó que en el campo común de la productividad inconsciente, las operaciones inteligentes pueden caer en la trampa de las equivalencias simbólicas, perdiendo su capacidad específica de construir la realidad para pasar a metaforizar la peligrosidad del conocimiento, dando lugar a los diferentes trastornos de aprendizaje, configurados como síntoma o como inhibición cognitiva.
El objetivo de toda intervención psicopedagógica clínica es abrir un espacio objetivo/subjetivo de autoría de pensamiento.
Psicopedagoga Alicia Fernández
Epsiba
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